Una de las muchas razones por la cual me encanta trabajar en el Museo Nacional del Aire y del Espacio es que uno nunca sabe a quién va a conocer. Eso es lo que me pasó un día en mayo cuando mis colegas me preguntaron si quería entrevistar en español, al astronauta de la NASA Danny Olivas, para el programa What’s New in Aerospace, que el Museo ofrece en Internet. En mi tiempo en el Museo, tuve el privilegio de conocer a más de quince astronautas, pero nunca tuve que hacer algo para tanta audiencia como el internet. Yo jamás había entrevistado a alguien.  Además, ésta iba a ser la primera vez que el Museo Nacional del Aire y Espacio produciría una entrevista en español y el video estaría disponible en Internet para todas las personas de habla hispana. 

“¡Por supuesto que sí, me encantaría entrevistarlo! Sería un honor,” fue mi respuesta cuando me lo propusieron.

Me encantó poder hablar con Danny en nuestro idioma nativo y así conocerlo un poco mejor. Danny es hijo de padres hispanos y fue criado en El Paso, Tejas. Yo nací en Buenos Aires, Argentina. Escuchar a Danny hablar de sus logros y experiencias en español fue un gran placer y una experiencia inolvidable. 

Hoy en día, después de ver el video, me doy cuenta de lo nervioso que estaba. Yo soy el primero en admitir que necesito practicar mi español mucho más. Y por mis nervios les pido perdón por la dicción en algunas palabras.

Lo que nunca me voy a olvidar de este encuentro fue su respuesta a mi pregunta: ¿cuál es su lugar preferido en la Estación Espacial Internacional? Yo pensaba que iba a responder que era la cúpula, el módulo de la estación con siete ventanas diseñado para observar la tierra. La oportunidad de ver nuestro planeta desde el espacio, a una distancia aproximada de 200 millas (320 kilómetros) tiene que ser lo mejor para un astronauta, supuse. Pero no. Para Danny, su lugar preferido en la estación espacial es la cocina. Para él, lo mejor es pasar tiempo con sus compañeros de la misión, sus amigos. Eso me asombró. Nunca me imaginé que algo tan cotidiano, tan común, haya sido lo mejor de una misión al espacio, por lo menos para el astronauta Danny Oliva. 

Pero Danny dice que la comida en la Estación Espacial Internacional no sea muy sabrosa. Qué lástima.

 

Una de las muchas razones por la cual me encanta trabajar en el Museo Nacional del Aire y del Espacio es que uno nunca sabe a quién va a conocer. Eso es lo que me pasó un día en mayo cuando mis colegas me preguntaron si quería entrevistar en español al astronauta de la NASA Danny Olivas, para el programa What’s New in Aerospace, que el Museo ofrece por Internet.

ENGLISH VERSION

One of the many reasons I love working at the National Air and Space Museum is that you never know who you will meet. That's what happened to me one day in May when my colleagues asked me if I wanted to interview NASA astronaut Danny Olivas in Spanish for the What's New in Aerospace? series. In my time in the Museum, I have had the privilege of meeting more than 15 astronauts, but I never had to do anything for such a huge audience as the whole internet. I had never interviewed anyone. In addition, this would be the first time that the Museum would produce an interview in Spanish and the video would be available online for all Spanish speakers.

"Of course I would, I'd love to interview him! It would be an honor," was my response.

I loved being able to talk to Danny in our native language and to get to know him a little better. Danny is a son of Hispanic parents and was raised in El Paso, Texas. I was born in Buenos Aires, Argentina. Listening to Danny talk about his achievements and experiences in Spanish was a great pleasure and an unforgettable experience.

Today, after watching the video, I realized how nervous I was! I am the first to admit that I need to practice my Spanish much more, and I apologize for the diction with some words because of my nerves.

What I will never forget about interviewing Danny was his answer to my question: "What is your favorite place on the International Space Station?" I thought he was going to say the cupola, the station's module with seven windows designed to observe the Earth. I thought that the opportunity to see our planet from space, at a distance of about 200 miles (320 kilometers) has to be the best part of being an astronaut. But no. For Danny, his favorite place on the International Space Station is the kitchen. For him, his favorite thing was to spend time with his fellow astronauts, his friends. That amazed me. I never imagined that something so ordinary, so typical, was the best thing about being in space for one astronaut.

However, Danny admits that the food on the International Space Station is not very tasty. That’s a shame.